Dado que las referencias visuales con las que se venía trabajando no fueron suficientes, se procedió a elaborar una propuesta estética adecuada a la historia y al tipo de animación que necesitábamos lograr (en términos visuales). Esta propuesta estética (estilo, paleta de colores, referencias de animación, etc) se utilizó como base, y se avanzó en el siguiente proceso de texturizado aprovechando la experiencia adquirida en estas primeras pruebas.